Y volvió a lo grande…

¿Quién volvió a lo grande? Pues Indiana Jones, quién si no. El pasado jueves 22 se estrenó mundialmente -que es como se deberían estrenar todas las películas- Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, pequeño regalito que nos han dejado los titos Lucas, Spielberg y Ford. Como siempre, voy a dar mi opinión personal sobre la película, mencionando los que considero aciertos y fallos, e intentando no herir la sensibilidad de nadie. Aunque no prometo no spoilearos la cinta, ya que lo necesito para defender algunos puntos. Así que, si aún no la habeis visto, no lo leais. ¡Avisados quedais!

 

 

Tras ver el famoso logo de la Paramount transformado en madriguera para topos, y una pequeña carrera entre un grupo de jovenzuelos y un coche del ejército, vemos un arranque de película realmente excepcional, con un Indiana Jones avejentado pero en plena forma, capaz de hacer frente a un puñado de soldados soviéticos con todo lo que tiene. Su huída del Área 51 es genial, está perfectamente rodada, sazonada con los típicos gags del personaje que hacen que vivas la película pegado al asiento, sin darte un segundo de respiro. Desde el principio queda bien claro de qué va la película y cual va a ser el mcgufffin, así que no se lleva a engaño al espectador. Otra cosa es que te guste o no, teniendo en cuenta los objetos que busca Indy en las anteriores entregas.

Tras todo esto, vemos como a Indy le quieren despedir de la Universidad donde imparte clase debido a la presión que ejerce el gobierno tras todo el asunto del Área 51 y los soviéticos. Justo cuando Indy va a marcharse resignado, aparece Mutt Williams -un perfecto Shia LaBeouf, homenajeando al personaje interpretado por Marlon Brando en Salvaje– para hablarle sobre una carta enviada por un antiguo colega suyo, Oxley (John Hurt), donde le habla sobre la Calavera de Cristal. A partir de aquí, se forma un equipo curioso y con mucha química, que puede recordar a los mejores momentos de La Última Cruzada –salvando las distancias, claro-, por aquello de las relaciones paterno-filiales. Una magnífica persecución por la ciudad, interior de la Universidad incluído, deudora de las vistas en sus antecesoras y llena de buenos gags, da lugar al comienzo de la búsqueda propiamente dicho. Tras averiguar el significado de la carta enviada por Oxley, vemos el clásico viaje en avión de Indy, con el mapa del mundo surcado por la línea roja y la reconocible marcha de Indiana Jones de fondo, detalles que el seguidor de toda la vida disfruta y agradece con una lagrimilla de alegría. Volvemos a Sudamérica, lugar donde empezó todo para Indy al comienzo del Arca Perdida, donde nuestros protagonistas van siguiendo las pistas dejadas por Oxley para encontrar la Calavera. El hallazgo de la misma queda truncado al ser capturados por los soviéticos, dirigidos por la Doctora Irina Spalko (Cate Blanchett), que tienen retenido no sólo a Oxley, sino también a la madre de Mutt, que no es otra que Marion Ravenwood (Karen Allen), antiguo amor de Indy. Después de que los antiguos amantes se hayan puesto al día en cuanto a sus sentimientos y asistamos a una de las grandes revelaciones de la película, volvemos a tener momentos puramente indianajonescos, si se me permite la expresión, con persecuciones, huidas, peleas, explosiones y todo lo necesario para hacer que el espectador disfrute el espectáculo visual que se le ofrece sin recibir nada más que puro entretenimiento, que es lo que siempre ha sido la saga de Indiana Jones.

 

Lo que resta de film nos cuenta cómo Indy y compañía llegan al Reino de la Calavera de Cristal, dónde consiguen entrar al templo y devolver la Calavera a su lugar, desencadenando una serie de sucesos que, por lo que he visto y leído, no han hecho mucha gracia a los fans que han visto la cinta, pero que defenderé más adelante. Una vez todo queda solucionado y los malos sufren el acostumbrado terrible final, se nos ofrece lo que, para mí, es un cierre definitivo de la franquicia: Indy se nos casa con Marion y se le ofrece el puesto de Decano Asociado de la universidad, dejándolo todo atado y bien atado para un personaje que ha vivido una vida llena de aventuras, pero que cuenta con 65 años a sus espaldas.

En resumen, para mí es una película más de Indiana Jones, con todos los ingredientes propios de la saga, aunque adaptada a los tiempos que vive el protagonista, lo que hace que nos puedan gustar más o menos varios elementos argumentales que, sinceramente, y manteniendo abierto el scope, a mi sí me terminan convenciendo dentro de lo que me están contando. Ante todo, hay que dejar clara una cosa: al ver esta película, todos los que hemos crecido con las aventuras del Doctor Jones corríamos el riesgo de sentirnos decepcionados, al igual que ocurrió con los Episodios I, II y III de Star Wars, puesto que la nostalgia es un arma de doble filo que a veces no nos deja ver más allá de lo que nos están contando. Para que nos entendamos, las películas anteriores las vimos siendo mucho más jóvenes que ahora, con otros ojos más inocentes, que se maravillaban con la revolución que sufrió el cine a finales de los 70 y principios de los 80, con joyitas como la trilogía clásica de La Guerra de las Galaxias o esta de Indiana Jones. Ahora han pasado 20 años desde la última vez que vimos a Indy, y nosotros cargamos también con unos cuantos añitos más, por lo tanto, es imposible que veamos esta nueva entrega con los mismos ojos, y las comparaciones, además de ser odiosas, son inevitables, lo cual es un gran fallo a la hora de disfrutar de esta entrega como se merece.

No es la primera vez que se retoma una saga después de muchos años sin tener una nueva entrega, pero sí es una de esas veces en que el resultado no es tan horrible como otros dicen. Hemos disfrutado de un John MacLane más calvo en la cuarta entrega de la Jungla de Cristal, de un Rocky y un Rambo sesentones en la sexta y cuarta parte de sus respectivas franquicias, aunque también hemos sufrido precuelas con ínfulas de gran historia, que no han hecho sino encumbrar la Sagrada Trilogía, demostrando que cuando hay buenos directores y guionistas para contar las historias, además de imaginación e ilusión a la hora de mostrar las cosas en pantalla, no hacen falta millones de dólares en efectos especiales. En mi opinión, esta entrega de Indiana Jones pertenece al primer grupo, al de las películas que se disfrutan por recuperar el espíritu de lo que fueron las anteriores, sacando al niño que llevamos dentro, aquel que disfrutó de las aventuras de este extraordinario personaje con la boca abierta y los ojos como platos.

 

Ahora vamos a intentar defender aquellos puntos que han podido ser más atacados por los aficionados, siempre desde mi humilde punto de vista, claro.

Lo primero es el tema de los extraterrestres, mcguffin que en esta ocasión mueve la historia, y creo que lo más criticado de la entrega. Se aduce que el hecho de que el artefacto que busca Indy en esta ocasión, y toda la trama relacionada con él, no pega con lo visto anteriormente, dónde veíamos al personaje relacionado con objetos místicos. No en balde se dice en la primera entrega que es experto en ocultismo. Bien, veamos: puedo estar de acuerdo en que resulta, cuando menos, chocante, ya que eso de los aliens no parece casar mucho con el viejo Indy. Pero hay que tener en cuenta varios factores, entre ellos el año en que transcurre la acción. Ya no estamos en los albores de la II Guerra Mundial, sino a finales de los 50, época de Guerra Fría en la que también estaba muy de moda el fenómeno extraterrestre. El hecho de que transcurra en esta época, y la relación que se establece con los alienígenas y las antiguas leyendas sobre las líneas de Nasca, hace el argumento alien lo bastante creíble como para que no chirríe, otorgándole además ese toque místico que tienen las búsquedas arqueológicas del Dr. Jones. Otra cosa es que el ver a pequeños hombrecillos grises y un platillo volante sea algo tan natural para nuestros protagonistas que se queden igual ante esa experiencia. Eso es mucho más discutible que la aparición del platillo volante en sí. Además, se está criticando mucho a Lucas por eso de que aparezcan extraterrestres, y creo que es mucho más culpable Spielberg, responsable de películas como Encuentros en la Tercera Fase, E.T. el Extraterrestre o el final de Inteligencia Artificial, todo lleno de alienígenas que venían a darle al pobre Haley Joel Osment ese regalito de estar con su madre un día más.

Otro punto que ha recibido bastantes palos por parte del fandom, es el hecho de la recién encontrada familia de Indy, y el final feliz con boda incluída. ¡Pues seré un tierno, qué quereis que os diga, pero a mí me ha gustado mucho la idea! Me parece simpático eso de que Indy se entere a los 65 de que es padre de un chaval motero y rebelde, fruto de su relación con Marion, y que además termine casándose con la que siempre ha sido su verdadero y único amor, puesto que Willie en El Templo Maldito y Elsa en La Última Cruzada no eran sino meras aventuras amorosas de usar y tirar. Ya he dicho que la relación que se establece entre Indy y Mutt está muy bien llevada desde el principio y queda muy simpática en pantalla, debido a la química entre los dos actores. Sobre todo es gracioso ver cómo cambia la actitud de Indy hacia Mutt cuando se entera de que es su hijo. Para mí, el final de la película, con la boda de Indy y el guiño del sombrero, es una forma muy clara de decir «hasta aquí hemos llegado, hemos hecho un largo viaje juntos pero todo tiene su fin». El mencionado guiño del sombrero no hace sino remarcar que Indiana Jones sólo hay uno y es Harrison Ford, y que sus aventuras terminan aquí para siempre. El ciclo se ha cerrado, Indiana Jones ha madurado, se ha convertido en marido y padre y una nueva vida se abre ante él. La película es, como dijo Sylvester Stallone de Rocky Balboa, «una carta de amor para los aficionados».

Si he de ponerle un punto negativo a la película es que se riza el rizo en demasía en un par de escenas que, aunque muy típicas de las películas de Indiana Jones, no dejan de ser demasiado exageradas. La primera de ellas es la tan mencionada escena de la nevera. No es creíble que una bomba atómica explote en el sitio dónde te ocultas y, para no morir por los efectos de la explosión, te metas en un frigorífico que sale disparado por la onda expansiva, llegando a caer bastantes kilómetros más allá y saliendo sin un rasguño de todo eso. ¡No, hijo, no! Eso sí, aquí vemos otra escena que nos recuerda que ya no son los años 40, la época de la II Guerra Mundial, sino los 50, la época de la Guerra Fría. Me refiero a Indy contemplando el hongo nuclear, lo que cimenta la acción en un determinado momento histórico.

La siempre alocada Marion y su eterna sonrisa, aún en las situaciones más adversas.

La segunda escena es cuando Marion, muy segura de sí misma, acelera el coche anfibio que conduce hasta lanzarse por un precipicio, cayendo sobre un árbol que frena la caída poco a poco hasta depositarlos en el río, para ir cayendo después por tres cascadas, cada una más alta que la anterior, sin conseguir matarse y sin siquiera caerse del coche hasta llegar a la tercera y más alta de las cascadas. ¡Impresionantes los coches rusos y los efectos de la gravedad!¡Toda la vida viendo en las películas las típicas escenas de riesgo en las que los protagonistas están a punto de morir porque van a caer por una catarata y ahora llegan Indy y compañía y caen por tres sin hacerse ni un arañazo!¡INCREÍBLE!

Shia LaBeouf como Mutt Williams y Marlon Brando en ¡Salvaje! ¿Parecidos razonables?

Son también varios los guiños a las entregas anteriores que hacen que el espectador esboce una sonrisa nostálgica en más de una ocasión: la aparición de un retrato de Marcus Brody junto al aula donde Indy imparte clase o una estatua en los jardines del campus; la foto de Henry Jones (Sean Connery) sobre el escritorio de Indy y las menciones al personaje; la caja donde se guardó el Arca de la Alianza rota y dejando entrever el mencionado objeto; el lanzacohetes que usa para cargarse uno de los camiones y que no pudo usar en El Arca Perdida, etc. Incluso se incluye una mención a la serie de TV en la que veíamos las aventuras del joven Indiana Jones interpretado por Sean Patrick Flannery, cuando Indy le cuenta a Mutt que aprendió a hablar quechua cuando fue secuestrado por Pancho Villa.

En fin, que la película me ha encantado, me ha parecido digna del personaje y la saga, y un magnífico broche final para la historia. Eso sí, si la cosa continua como Las Aventuras de Mutt Williams, tendríamos que tener una larga charla con los señores Lucas y Spielberg… ¡Que Dios nos coja confesaos!

¡Arácnidos saludos de vuestro amigo y vecino José Álvaro!

 

Acerca de Jose Alvaro

"Entonces, la niñez queda atrás y llega la adolescencia, y los estudios, y las chicas, y los matones de instituto. Un día miras al espejo y te encuentras con Peter Parker." SPIDER-MAN BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA, Julián M. Clemente.

Publicado el May 25, 2008 en CINE Y TV. Añade a favoritos el enlace permanente. 6 comentarios.

  1. Saludos.
    Buena reseña, estoy de acuerdo contigo en casi todo. Nos pongamos como nos pongamos a mi no me gustan los extraterrestres, pero bueno y por qué no…

    Otra cosa que no me gusta de la película (a parte de esas escenas ya mencionadas) es que Shia Labeouf (que lo hace genial) tenga casi más protagonismo que el propio Ford, lo que puede dar lugar a esas próximas entregas de las que no quiero ni oir hablar…

    Pero bueno. Pronto mi reseña en mi blog 😀 😀

  2. Yo iba a poner mi crítica también en mi blog, pero creo que por pereza no lo haré, además que casi en su totalidad sería idéntica a la tuya.

    A mí me ha gustado, pese a algunos fallos como lo de la nevera o lo de las lianas, que me resulta ya «mu exagerao». Lo que creo que le falta a esta película para que me guste al nivel de las otras es envejecer: las tres primeras las llevo viendo durante muchos años hasta familiarizarme totalmente con ellas, consiguiendo convertirlas en algo mítico. Con unos añejos de más, ya veré si pasa lo mismo con esta, yo espero que sí, y que no me guste la trilogía solo por haber estando viéndola desde que era un impresionable niño.

  3. Preciosa la reseña, casi me emcoiono al leerla, hasta que me di cuenta de que vimos la misma pelicula, y desgraciadamente no la he disfrutado como tu. Partiendo de la base que no voy a despotricar sobre lo que no me gusta, simplemente decir eso: no me ha gustado. Ese guión sacado de Planeta Perdido de Jeta Jeta Benitez, ese reencuetro amoroso (hola han pasado mil años, pero no hay nada mejor que una persecución de los malos para q renazca el amor.

    La pelicula no se acerca ni de coña a las demás, sintiendolo mucho, y eso no me lo quita ni el Lucas, pero como he dicho no voy a despotricar sobre ello, y además que no tengo ganas de escribir leñe.

    Por cierto: hormigas gigantes, las hay en Australia y no son así (aunque permitamoselo debido a la Ci-Fi de la epoca), y por supuesto que no hacen lso Castillos esos.

    Otra cosa: toda América construyendo refugios anti nuclear, y resulta q con una nevera Balay les servía, que tontos hemos sido.

    Nos vemos en Card&Cómics

  4. Saludos.
    Un par de cositas sobre lo que ha dicho Cabeza Central:

    Lo primero sobre el reencuentro amoroso. Es cierto que han pasado 20 años desde que se separaron (en la primera) y que de pronto nos queremos como nunca. Pero recuerdo que en El Arca Perdida dicen que no se ven desde hace otros 10 años y estan igual de tortolitos. Asi que puede ser perfectamente.

    Sobre las hormigas gigantes… estamos hablando de una saga que tiene gente saca-corazones, hombres de casi 2000 años custodiando una copa, etc, etc etc… Asi que… y ¿por qué no?

    Es que ya hay cosas (y no me refiero sólo a tí) que son criticar por criticar.

  5. Peor los hombres que llevan 2000 años custoidando el copon molan, hombre,(aunq las hortmigas tiene un toque serie B que mola, hay q reconcoerlo)

  6. ObiWanka Kenobi

    Querida Chelo Garcia Cortes; me encanta que aclares el tema de los amoriós de Junior, para que se enteren que cuando Indi quiere, es que quiere de verdad. Eres un romántico empedernido, es más en otra época quizás habría podido soñar con un final alternativo, pero los Doctores Jones, son los Doctores Jones, y las peras y las manzanas, son lo que son, joé. Somewhere over the rainbow…
    Aveces, pienso que una película es como un beso, ¿»pa» que analizar el intercambio de saliva con fines afectivos…?pierde el encanto.

    Perdón, ahora va a empezar a escribir Dufig, lo que vosotros llamaís extraterrestres, que son seres ya tan evolucionados que viajan astralmente, es más ecológico y el calentamiento univesal esta ahí, el se introduce en mi y os habla:

    Hermanos terrestres, han pasado muchos siglos donde hemos cometido muchos errores y aprendido, antes visitabamos otros mundos en naves materiales, involucrandonos desgraciadamente en vuestra propia evolución, traspasando nuestros límites de proporcionaros médios de crecimiento, pues soís una raza que aunque miserable arde en vuestros sentimientos energías que si fueran bien encauzadas vuestsra evolución sería cuántica y podríamos compartir, lo que llevamos siglos esperando compartir con vosotros.

    Estamos hoy aqui, estaremos mañana y estuvimos ayer a vuestro lado, solo unos pocos lo han experimentado.

    Somos la base de vuestras leyendas y vuestras religiones, os hemos dotado de experiencias subconscientes colectivas para que sigaís vuestro camino de hayaros los unos a los otros, formando un solo órgano energético que equilibraría eso que llamaís dolor, pobreza o muerte.

    Ahora, empezais a respetar vuestro cuerpo y escuchar lo que os cuenta de vostros mismos y empezais a comprender que estaís formandos de materia-mente-energía, en sinergía.

    NOTA: No nos gusta, que Iker Jimenez, se saque una pasta en vídeo y en contar historios parciales y tendenciosas.

    Fin de la transmisión.

    Pero Jones volverÁ…como lo hizo su padre…que Lucas está detrás…y será divertido ver el sudoku argumental que articulán, yo no me lo perdería…

    Doctor Jones, aún pintaré en mis parpados I love you.

    ObiWanka Kenobi.

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